Diminutivos y aumentativos: definición
Los diminutivos y aumentativos son formas flexivas de algunas lenguas que indican cantidad, tamaño o intensidad.
Los diminutivos son formas que indican pequeñez, cortesía o afecto. Los aumentativos, por otro lado, indican grandeza o intensidad.
Los diminutivos y aumentativos son formas de alterar el significado de una palabra para indicar que el objeto o la persona a la que se refiere es más pequeño o más grande de lo normal. Los diminutivos se usan para indicar cariño o afecto, mientras que los aumentativos se usan para indicar que algo es más grande o más intenso de lo normal.
Los diminutivos se suelen formar añadiendo una terminación a la palabra, como -ito/-ita, -cito/-cita, -ín/-ina, -uelo/-uela, -azo/-aza. También se pueden formar cambiando la vocal de la palabra, como en el caso de ‘perro’, que puede convertirse en ‘perrito’.
Los aumentativos, por su parte, se suelen formar añadiendo una terminación a la palabra, como -ón/-ona, -ote/-ota, -azo/-aza. También se pueden formar cambiando la vocal de la palabra, como en el caso de ‘casa’, que puede convertirse en ‘casota’.
Algunas palabras, como ‘chico’ y ‘chica’, pueden ser diminutivos o aumentativos según el contexto en el que se usen. Por ejemplo, ‘chico’ puede usarse como diminutivo de ‘chico’ o como aumentativo de ‘chica’.
Por último, cabe destacar que los diminutivos y aumentativos no siempre alteran el significado de la palabra de la misma manera. En algunos casos, el diminutivo puede indicar que algo es más pequeño de lo normal, mientras que el aumentativo puede indicar que algo es más grande de lo normal. En otros casos, ambos pueden indicar que algo es más intenso o más intenso de lo normal.
¿Qué son los diminutivos y ejemplos?
Los diminutivos son un recurso muy utilizado en español para dar una connotación de cariño, afecto o ternura a una persona, animal o cosa. En ocasiones, se usan también como una forma de deshumanizar a la persona a la que se refieren. Aunque es una característica muy típica de nuestro idioma, no todas las lenguas la utilizan de la misma manera.
Por ejemplo, en alemán se suele añadir la terminación -chen o -lein para crear un diminutivo. Así, la palabra Mädchen (niña) se transforma en Mädchenchen o Mädchenlein. En inglés, en cambio, se suele añadir la terminación -y o -ie. Por ejemplo, la palabra dog (perro) se transforma en doggy. En francés, por su parte, se añade la terminación -et o -on; así, la palabra chat (gato) se transforma en chaton.
En español, existen varias formas de crear un diminutivo. A continuación, vamos a verlas con algunos ejemplos:
- Por sufijación: se añade una terminación a la palabra original. Por ejemplo, la palabra casa se transforma en casita; la palabra niño se transforma en niñito; la palabra mujer se transforma en mujercita.
- Por desinencia: se cambia la última letra de la palabra original. Por ejemplo, la palabra canto se transforma en cantico; la palabra piedra se transforma en piedrecita; la palabra manzana se transforma en manzanita.
- Por apocope: se elimina una o varias letras de la palabra original. Por ejemplo, la palabra cámara se transforma en cámara; la palabra perro se transforma en perrito; la palabra libro se transforma en librito.
- Por prefijación: se añade un prefijo a la palabra original. Por ejemplo, la palabra coche se transforma en mini-coche; la palabra teléfono se transforma en micro-teléfono.
Como se puede ver, existen una gran variedad de diminutivos en español. Cada uno de ellos tiene una connotación diferente y, por tanto, se utiliza en un contexto u otro. En algunos casos, incluso, se pueden crear diminutivos de diminutivos. Por ejemplo, a partir de la palabra casa se puede crear la palabra casita; a partir de esta última, se puede crear la palabra casitita.
¿Qué son aumentativos y 10 ejemplos?
Los aumentativos son una figura retórica que se usa para enfatizar una cualidad de un objeto o persona. Se trata de una estrategia de lenguaje que se utiliza, sobre todo, en el habla cotidiana. A continuación, te ofrecemos una lista de ejemplos de aumentativos:
- Casa: chalet, casita, piso, mansión
- Coche: coche deportivo, furgoneta, autobús
- Comida: bocadillo, plato fuerte, postre
- Persona: niño, adolescente, adulto, anciano
- Ropa: camiseta, pantalón, falda, vestido
- Árbol: árbol frondoso, árbol pequeño, árbol grande
- Animal: animal salvaje, animal doméstico, animal de granja
- Objeto: libro, bolígrafo, cuaderno
- Juguete: muñeca, pelota, bicicleta
- Lugar: ciudad, país, continente
¿Cómo enseñar los diminutivos y aumentativos?
Los diminutivos y aumentativos son una parte importante de la gramática española. Enseñar a los niños a usarlos puede ser un desafío, pero hay un par de formas en que los maestros pueden hacer que el proceso sea más divertido y enriquecedor.
1. Empiece con los diminutivos. Los diminutivos son más fáciles de comprender y de usar, por lo que es mejor empezar por ahí. Enseñe a los niños cómo añadir los sufijos -ito/-ita, -cito/-cita, -illo/-illa, -uelo/-uela y -ín/-ina a los nombres para hacerlos más pequeños o más lindos. También puede enseñarles a usar el prefijo re- para hacer los nombres más diminutos.
Por ejemplo, el niño puede llamar a un perro grande un perro, pero si quiere ser más diminuto, puede llamarlo un perrito. O, si ve una casa muy grande, puede llamarla una casa, pero si quiere ser más diminuto, puede llamarla una casita.
Los niños también pueden usar el prefijo re- para hacer los nombres más diminutos. Por ejemplo, si ven una casa muy grande, pueden llamarla una casa, pero si quieren ser más diminutos, pueden llamarla una rebaño.
2. Enseñe a los niños cómo usar los aumentativos. Los aumentativos son un poco más difíciles de usar, pero los niños pueden aprender a usarlos si se les enseña de una manera divertida. Enseñe a los niños cómo añadir los sufijos -azo/-aza, -ote/-ota, -ón/-ona, -ote/-ota y -ote/-ota a los nombres para hacerlos más grandes o más fuertes. También puede enseñarles a usar el prefijo super- para hacer los nombres más grandes.
Por ejemplo, el niño puede llamar a una mosca una mosca, pero si quiere ser más aumentativo, puede llamarla una moscota. O, si ve una casa muy pequeña, puede llamarla una casa, pero si quiere ser más aumentativo, puede llamarla una casota.
Los niños también pueden usar el prefijo super- para hacer los nombres más grandes. Por ejemplo, si ven una casa muy pequeña, pueden llamarla una casa, pero si quieren ser más grandes, pueden llamarla una supercasa.
3. Asegúrese de que los niños practiquen. Como con todo lo demás, la práctica es la clave para que los niños aprendan a usar los diminutivos y aumentativos. Encuentre formas creativas de que los niños practiquen usando estos sufijos y prefijos. Por ejemplo, puede jugar a un juego en el que los niños deban adivinar qué nombre estás diciendo cuando lo dices en un diminutivo o en un aumentativo. O, puede hacer una lista de nombres y pedirles a los niños que los aumenten o los disminuyan. La práctica es la clave para que los niños se sientan seguros y seguros al usar estos sufijos y prefijos.
¿Qué son los diminutivos para niños de primaria?
Los diminutivos son apodos cariñosos que se le pueden dar a un niño. A menudo, los diminutivos se forman a partir del nombre de un niño, agregando una terminación como "-ito" o "-ita". Los diminutivos son comunes en muchos idiomas, y pueden ser una forma muy efectiva de mostrar afecto hacia un niño. Sin embargo, es importante tener cuidado de no utilizar un diminutivo de forma demasiado a menudo, ya que puede hacer que el niño se sienta inseguro o no tan especial.
En general, los diminutivos se utilizan con más frecuencia para los niños pequeños. A medida que los niños van creciendo, es probable que prefieran que se les llame por su nombre completo. Algunos ejemplos de diminutivos para niños de primaria incluyen:
- Juanito - Un diminutivo de Juan
- Mariita - Un diminutivo de María
- Pedrito - Un diminutivo de Pedro
- Alejandrito - Un diminutivo de Alejandro
Aunque los diminutivos son comunes, es importante tener cuidado de no utilizarlos de forma excesiva. A veces, los adultos pueden utilizar un diminutivo de forma inconsciente, pero esto puede hacer que el niño se sienta inseguro. En cambio, es mejor utilizar el nombre completo del niño la mayoría de las veces, y solo usar el diminutivo de forma esporádica. De esta forma, el niño se sentirá especial y querido, pero no inseguro.
Los diminutivos son formas de una palabra que indican pequeñez, cortesía o cariño. Se usan mucho en español, sobre todo con los nombres propios y los sustantivos. Algunos diminutivos se forman con el sufijo -ito/-ita, otros con -cito/-cita, -ín/-ina, -ón/-ona, -uelo/-uela, -uelito/-uelita, -ico/-ica, -illo/-illa, etc. En algunos casos, el diminutivo se forma cambiando la terminación de la palabra: por ejemplo, -illo/-illa se usa con palabras que terminan en -al, -ar, -ego, -el, -és. Muchos diminutivos son irregulares, es decir, no seguen una regla fija para su formación. Por ejemplo, el diminutivo de mano es la manita, y no *manito. Otros ejemplos de diminutivos irregulares son: el de ojo, ojito/-ita; el de pie, piesito/-ita; el de corazón, corazón/-cito; el de cabeza, cabeza/-cito, etc.
Los aumentativos son formas de una palabra que indican grandeza. Algunos se forman con el sufijo -ón/-ona, otros con -azo/-aza, -ote/-ota, etc. También hay aumentativos irregulares. Por ejemplo, el aumentativo de mano es la manota, y no *manota. Otros ejemplos de aumentativos irregulares son: el de ojo, ojoza/-aza; el de pie, pieza/-aza; el de corazón, corazón/-azo; el de cabeza, cabeza/-azo, etc.
Algunos aumentativos se usan para indicar desprecio o mala calidad de lo que se está hablando. Por ejemplo, un ratón es un animal pequeño, pero un rata es un roedor grande y feo. También se usan aumentativos para indicar cantidad. Por ejemplo, una montaña es una elevación del terreno, pero una montaña es una gran cantidad de cosas. Otros aumentativos indican intensidad. Por ejemplo, una casa es un edificio para vivir, pero una casa es un lugar muy sucio.
Los diminutivos y aumentativos se pueden usar en combinación. Por ejemplo, el aumentativo de un diminutivo es un superdiminutivo. El superdiminutivo de casa es casita, y el superdiminutivo de casita es casurita. También se puede usar un diminutivo para aumentar la intensidad de lo que se está hablando. Por ejemplo, casa es una casa, pero casita es una casa muy pequeña o muy sucia.
Por último, hay que señalar que los diminutivos y aumentativos se usan mucho en español coloquial. Es decir, se usan en la conversación cotidiana, pero no se suelen usar en situaciones formales. Por ejemplo, en una carta formal a un amigo, se podría decir Querido Pedro, pero en una conversación entre amigos, se podría decir Querido Pedrito.
En resumen, los diminutivos y aumentativos son formas de una palabra que indican pequeñez, grandeza, cantidad, intensidad o desprecio. Se usan mucho en español coloquial, sobre todo con los nombres propios y los sustantivos. Algunos diminutivos y aumentativos se forman con sufijos, otros son irregulares.
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